Archivo por meses: octubre 2016

Illa y Ema

… sólo como una constatación de que todo es posible, hoy Ema llamó a su abuela Illa para pedirle que le enviara por correo fotos de sus papás, sus abuelos y bisabuelos para hacer el árbol genealógico de la familia… una tarea para mañana…

Es decir, en un rato más (si todo va bien) tres generaciones se verán las caras en el ciberespacio, se encontrarán (o conocerán) en la inmediatez que permite hoy una conexión en red…

¿Que se dirán mis abuelos y bisabuelos cuando se encuentren?

Entre 20 aguas, un homenaje al maestro

Me las lío con Paco de Lucía desde hace mucho, ya otras veces he colocao algo de él por aquí. Este año ya se cumplieron 2 años desde su muerte y que decir, no han sido fáciles, el inimitable sonido de su guitarra sigue presente en las que ahora parecen inumerables grabaciones que dejó para que disfruten las generaciones futuras. Y las generaciones presentes, junto a compañeros de fatigas, han querido rendirle un homenaje a través de las 16 canciones que se recogen en este disco.

La mitad son versiones de Vámonos, una variación de su conocido tema "Entre dos Aguas" y que rehizo en su presentación en vivo del 2010 en España. Todas ejecutadas por artistas de diferente edad, condición y procedencia geográfica, con los que Paco (que me disculpe el maestro) tuvo relación en algún momento de su carrera artística:

Para mi amigo Paco

El disco se abre con el pianista de jazz Chick Corea, con quien mantuvo una estrecha relación personal, además de haber tocado juntos en numerosas giras. Afronta la dedicatoria con un solo de piano y variaciones del tema central de la rumba.

Cayos reales

Una base continua de palmas y la percusión de Piraña arropan la guitarra eléctrica de Raimundo Amador y la flamenca de Diego del Morao, que se fusionan para dar a esta rumbita eterna un toque blues del que Raimundo es un auténtico virtuoso.

Aguas de funk

El bajista mexicano Abraham Laboriel no se ha querido perder este homenaje y, acompañado por Piraña a la percusión, resuelve el tema con esos aires funkies que tan bien domina, y que ya había interpretado con Paco en un festival de jazz en Puerto Rico.

Al gran Paco

Con una solemne introducción de piano solo, Chucho Valdés va incorporando la orquestación, de tal forma que la rumba se llena de sonidos caribeños que, con otras notas, mantiene la estructura compositiva, y, aunque se va por otros derroteros, conserva los momentos cálidos y los desmelenes.

Alma de Lucía

Un palmeo de ritmo hipnótico y la melancólica voz de Lucas Vargas —“escucho su guitarra sonando por bulerías”— dan pie a la entrada de la guitarra de Josemi Carmona y del bajo de Alain Pérez, quienes alternan las notas de la rumba con unas variantes del tema Chanela, pero a una velocidad más reposada.

La otra orilla

El joven cantante e instrumentista de oud Dhafer Youssef, de origen tunecino, rinde este homenaje desde la fusión entre sus tradiciones autóctonas y la música de jazz, arropado por la percusión de Piraña y la guitarra de Limón.

¡Vámonos, Jorge!

El saxofonista Jorge Pardo era uno de los componentes habituales del Sexteto que, durante varios años y bajo la dirección de Paco, dio la vuelta al mundo; una exposición con solo de flauta marca las líneas maestras de la composición, a la que se van incorporando paulatinamente el bajo eléctrico, percusión, guitarra y teclados; destaca el tratamiento distorsionado de algunos de los párrafos guitarreros y una orquestación muy típica de finales de los setenta.

Paco

El guitarrista autodidacta argentino Luis Salinas, habitual en los festivales de jazz europeos, le ofrece esta composición propia, con su personal estilo de guitarra, una base de percusión y su propia voz: “Paco, tú te fuiste y nos dejaste, nos dejaste sin tu magia, que hoy lloramos sin consuelo; Paco, nos dejaste en silencio, las guitarras ya no suenan, porque no tienen consuelo; Paco, el flamenco ya te llora, porque estás ya en el cielo y te llora el mundo entero… Paco”.

Al otro lado del agua

Michel Camilo consigue un sonido de una claridad pasmosa en su solo de piano y sigue la pauta de la rumba al pie de la letra con ligeras variaciones armónicas.

Julia Amelia

El trompetista Jerry González compone un tema que, con su habitual sordina y con un ligero apoyo de percusión y guitarra, va desarrollando una línea mistérica que acaba diluyéndose lentamente.

¡Vámonos, hermano!

Su hermano del alma Pepe de Lucía le pone letra a la rumba y, acompañado de un coro y a un ritmo muy suave, lo define como “un hombre entre dos tiempos y entre dos aguas…, la pena que a mí me atrapa”; sentimiento, hondura y desolación por la pérdida de alguien que llegó a ser más que un hermano.

De perdidos al río

El bajista Carles Benavent se marca una composición propia con aires de The guitar trio, arropada por una profusión de cuerdas y una base de percusión que acompañan a una frase musical que se repite en distintas tonalidades y con diferentes orquestaciones.

Primera última vez

Con unos recursos materiales mínimos pero con una rotunda expresividad, la desgarrada voz de José Mercé, acompañada solo de un palmeo y el toque de Piraña al modo de difuntos, marca su personal homenaje al que, sin solución de continuidad, se suma una guitarra y la voz de Alejandro Sanz, quien declara que es la “primera y última vez que canta por soleá”, y le canta a su Paco que no le puede tocar y que vive en la eternidad; tema conjunto que, ¡ay!, pone los pelos de punta.

Vámonos

Entre los más jóvenes de los artistas que forman parte de Entre 20 aguas, el armonicista Antonio Serrano interpreta la rumba al pie de la letra, acompañado por la guitarra de Luis Salinas, el bajo de Alain Pérez, la guitarra de Antonio Sánchez y la percusión de Piraña. Orientado hacia el jazz, Serrano acompañó a De Lucía en sus últimas giras en lo que ha calificado como una de las experiencias más enriquecedoras de su vida. Este tema due grabado durante la gira que Paco de Lucía dio por España el año 2010.

A este homenaje se podrían haber sumado muchos artistas más de cualquier género o estilo musical, porque la rumba es tan completa que da para eso y para mucho más, y el propio Paco, a lo largo de su carrera en sus infinitas giras por todo el mundo, fue variando la composición, añadiendo instrumentos, alargando la exposición o la rueda de acordes, ilustrándola con un bailaor, mejorándola con el toque de percusión del cajón peruano, pero siempre con esa precisión y endiablada rapidez que nadie podía alcanzar.