Complejo título, pero todo se puede aclarar. Partamos por clarificar los alcances epistemológicos de los conceptos de sociedad moderna y posmoderna. Y es que la idea de moderno y posmoderno es muy distinta desde el ámbito desde el que se haga la aproximación. Desde mi personal perspectiva, la idea de lo moderno y lo posmoderno no pueden ser vistas como entes únicos (en el sentido positivista), sino como un sistema integrado de praxis y teoría, dado que mi concepción es la de un sujeto sistémicamente integrado a la realidad que lo rodea y que el mismo ayuda a crear.
Entendiendo entonces que el conocimiento no es una simple reproducción conceptual de los datos objetivos de la realidad, sino una auténtica formación y constitución de la misma, lo primero sería quizás decir que la gran diferencia, a mi entender, no da cuenta de una relación de “causalidad” entre un tipo de sociedad y el desarrollo psicosocial especifico, sino más bien como se generan “interacciones sistémicas” entre ambos elementos.
Todo esto parte del entendido que no puedo suponer a un sujeto sin entelequia psíquica (o un sujeto puro) expuesto a un “tipo de sociedad” que se permee con ciertas características distintas a las de otro tipo de sociedad y que pueda ser capaz de “medir” las diferencias entre una y otra. Y es que entonces debiera ser capaz de identificar como determinados “tipos” de sociedad se han nutrido de cual o tal desarrollo psicológico. Esta es una de las razones principales por las que no fui capaz de entender la sociología separada de la psicología, pues a mi entender existe un continuo entre sociedad e individuo que el método no ha logrado separar, y que se constituye en la base de para comprehender la “realidad”.
Todo lo anterior es importante, pues a menudo caemos en la idea de atribuir causalidad a ciertos comportamientos en el tipo de sociedad en el estamos inmersos, olvidando que es la propia individualidad del sujeto la que ayuda a construir esa sociedad. En el extremo incluso negando la singularidad de cada persona en tanto ente psíquico y social.
Ahora bien, hay que responder la pregunta. Sin duda que gran parte de la sociología teórica a puesto énfasis en la descripción de los distintos estadios de desarrollo de la sociedad, sin dejar de lado los vínculos históricos asociados a cada una de ellas. De acuerdo con Anthony Giddens (sociólogo británico y uno de los mayores teóricos de la sociología de la modernidad), la modernidad, en cuanto constructo teórico tiene como conceptos fundamentales: 1) la idea de que el mundo está abierto a la transformación por medio de la “intervención” humana; 2) la complejización de las instituciones económicas (especialmente las productivas y los mercados); 3) la profundización de las instituciones políticas (incluidas las nociones de nación-estado y la masificación de la democracia). En síntesis, una sociedad moderna se caracteriza por ser un tipo de sociedad enormemente más dinámico que cualquier tipo de sociedad previa, y por generar un complejo de instituciones (culturales, económicas, políticas, etc) con foco en el “futuro” y no en el pasado”. Por otro lado la sociedad posmoderna, estrechamente vinculada a la noción de globalización (en un sentido más amplio que el usado actualmente), tiene características más definidas, justamente por oposición a la modernidad: 1) de la idea de la “producción” se pasa la de “consumo”, convirtiéndose en el centro del poder los medios de comunicación masiva; 2) renuncia a la utopía del progreso “conjunto” propiciado por la modernidad; 3) desaparición de la ideología como fundamento del líder, siendo reemplazada por la “imagen”.
En este contexto, me parecería que el desarrollo psicológico asociado a ambos tipos de sociedad dice relación la idea de individualidad. Mientras la modernidad propende a un sujeto integrado, la postmodernidad “fomenta” al individuo. Más específicamente, hay ciertos elementos claramente identificables de la posmodernidad que “marcan” muy tempranamente el desarrollo psicológico de un individuo.
Como primera cosa está la temporalidad. Mientras el modernismo ponía énfasis en el futuro (desdeñando algo el pasado o lo “tradicional”), la posmodernidad acentúa la búsqueda de lo inmediato, los individuos sólo quieren vivir el presente; el futuro y el pasado pierden importancia.
Respecto de las ideologías, mientras la modernidad hace su mayor esfuerzo por empoderar las instituciones y el progreso conjunto de individuos-sociedad, llegando incluso a generar grandes procesos revolucionarios, la posmodernidad se caracteriza por un culto al cuerpo y liberación personal (imagen), siendo la única revolución “posible” la interior. El sujeto basa su “existencia” en el relativismo y la pluralidad de opciones, al igual que el subjetivismo impregna la mirada de la realidad.
Tal vez una diferencia poco operacionalizable, pero que desde mi punto de vista puede ser central en la comprensión de las diferencias, dice relación con la ética y empatía. Mientras la modernidad aunaba visiones de conjunto, solidaridad, integración (aunque fuera por medios institucionales), la posmodernidad se caracteriza por una aguda despreocupación ante la injusticia, con una pérdida de los idealismos. Todo esto agudizado por la absoluta desvaloración del esfuerzo como medio de superación.
Visto lo anterior, parece claro que la posmodernidad tiende a fomentar en primer lugar una visión moral, filosófica, política e ideológica basada en el individualismo. No en el sentido oriental del término, o como búsqueda de un “ser” interior, sino como exacerbación del protagonismo del “mí”; y uso el mí en vez del “yo” porque creo que viene a reforzar aún más el sentido consumista y valoración de la propia imagen que hace el posmodernismo. Mi impresión es que la sociedad posmoderna fomenta rasgos asociados a inestabilidad emocional o neuroticismo (en el sentido propuesto por Eysenck), generando síntomas muy recurrentes como lo son: mucha preocupación, ansiedad, hostilidad, depresión, ansiedad social (o poca sociabilidad), impulsividad, incongruencia conductual, baja tolerancia al estrés y otras.
Justamente los síntomas descritos aparecen en la sociedad posmoderna dada la desvinculación del sujeto con su entorno vital. La sociedad moderna lograba generar un cierto sentido de pertenencia basado en mecanismos formales de integración, participación política, lideres con grandes demandas, etc. La posmodernidad define al hombre en solitario.
Y esto se puede observar a diario. Si bien podemos tratar estos rasgos como “negativos”, se han ido convirtiendo en “estilos de vida” cada vez más comunes. ¿Qué otra cosa podría explicar sino la paradoja de Facebook por ejemplo? Miles de seres humanos interconectados sin contacto, casi como por un vestigio antropológico que los obliga a establecer relaciones, pero sin la experiencia física. ¿Qué explica si no que tengamos que “crear” un perfil digital con nuestra presencia en internet? Es el sumun del culto a la imagen. Seres solitarios en la profunda oscuridad de sus cavernas, creando un concepto de sí mismos completamente escindido de su propia realidad, rindiendo pleitesía a una tecnología que les hace creer que así “son”.
Sin duda que estos “traits” se asemejan de manera muy angustiante a los descritos en el trastorno de personalidad limítrofe. De acuerdo con el DSM (Diagnostic and Statistical Manual of Mental Disorders), por tener una referencia, este “desorden” se define como: un trastorno de la personalidad que se caracteriza primariamente por inestabilidad emocional, pensamiento extremadamente polarizado y dicotómico y relaciones interpersonales caóticas. Aclara que se presenta típicamente con inestabilidad generalizada del estado de ánimo, de la autoimagen y de la conducta, así como del sentido de identidad, que puede llevar a periodos de disociación.
Bueno… ¿No es de lo que hemos estado hablando hasta ahora? Incluso si nos referimos a los niveles sintomáticos del trastorno (o subtipos), podemos identificar el nivel sintomático narcisista con mayor claridad, cuyos rasgos generales serían: vacío interior, pérdida del autocontrol como un intento de reducir los temores, instrumentalización del otro, arrogancia, presunción, exigencias. Con un factor “pasivo” centrado en conductas antisociales, delincuencia, drogadicción, sexualidad de riesgo, etc. Y con un factor “ofensivo” inclinado a la furia, también antisocialidad y ataque contra “agravios”. Todos elementos, que como hemos visto, se encuentran presentes en las características de la sociedad posmoderna y que como traté de exponer al principio, se ven alimentadas por sujetos con esta clase de patologías, lo que genera una sociedad con características más acentuadas.
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