Mientras te escribía, dejé mi libro a un lado.

Pasan tres señores de cierta edad y me preguntan de Oppenheimer como media hora…

Luego siguen su camino y teclean en sus móviles. Tal vez les parece raro un tipo leyendo ese libro en la costanera de Quintay a las 11.00 de la mañana??? Pensé que me invitarían un café al menos….